Tras los 162,6 kilómetros de distancia recorridos entre Saint Jean Pied de Port y Logroño, correspondía dar un homenaje a nuestros pies y a nuestro ánimo. Hemos conseguido finalizar!!. Llegamos con buen ánimo y a buen ritmo, dado que la etapa es orográficamente muy llana. Alcanzamos la capital de La Rioja a las 13.00 horas con el habitual 4 km/hora. Nos recibe el río Ebro y un punto de información al Peregrino sobre el puente, que es de agradecer. Tras llegar a nuestro albergue, nos felicitamos por la hazaña y emprendemos camino a las duchas. Jesùs está decidido a conocer la city asi que, tras comer y sin descanso, nos sumamos rápidamente. Salimos a la calle con un frío bastante intenso. Posamos con el Caballo de Espartero -y sus conocidos...-, y nos dirigimos al casco viejo. Recorremos con ganas la calle Laurel, la calle San Juan y Portales, muy animadas. Tal como deseaba Noe, visitamos Los Rotos, para hacernos un "roto" (tapa de pan, huevo tipo revoltillo mezclado con bacalao o chistorra u otros productos, muy bueno por cierto). Entre vino y vino, hay tiempo para la cultura y visitamos la Cocatedral de Santa Maria la Redonda, la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio, la Iglesia de Santiago o la Iglesia de San Bartolomé, impresionantes todas. Con el buche repleto de tapas y vinos, nos vamos a descansar. Chuqui y yo, antes de retirarnos, vemos los últimos instantes del Zaragoza-Barça, arte deportivo para la vista, copa gin-tonic en mano.
Mañana iniciamos nuestro viaje de vuelta. Ha sido fantástico.
Fede
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