jueves, 5 de abril de 2012

Etapa 4: El Alto del Perdón, hemanado con el Tourmalet

17.20 horas. Albergue en Puente la Reina. Un hombre sentado en una ducha tipo spa. Inmóvil, le caen las gotas de agua desde la cabeza. Ojos cerrados y mirada al frente sin pestañear. Ese era yo. Para los que hayáis visto Blade Runner no os resultará desconocida la imagen del replicante en el tejado mientras muere explicando al protagonista aquello que nunca verá, derrotado, ensangrentado y a punto de remate. Así me sentí ayer al final de la etapa. Se cascaron mis pies unos pocos km. Concretamente los de la etapa (24) a los que debo añadir los 4km de Villaba a Pamplona desde el albergue (+4) y los km del desvío -absolutamente imprescindible, lo recomiendo- a la Iglesia de Eunate (+4,8); o sea, en total 32,8 km. , a los que seguramente debería sumar el arriba y abajo de las fotos y los sellos en algunos sitios majestuosos.

La etapa ha empezao estupenda con parada y gloria en Pamplona (Gora San Fermin!), compra de fruta en el mercado de abastos, y sello en las Iglesias de San Lorenzo y de San Saturnino, de impresión. En Cizur, dos iglesias y ni un cura. Se deben haber marchado a algún servicio. Parada con el zagal de correos al que no le quieren dar una moto y por tanto va en su coche al reparto. Mientras vamos camino del Alto del Perdón, pasamos unas compañeras peregrinas cantando la canción de Marco (la de "En un pueblo, italiano,,,)., que no he sabido bien bien relacionar con el camino, aunque eso sí se lo pasaban de coña.





Empieza el Tourmalet de la subida en una estrecha senda y foto a la Fuente de la Reniega (aunque creo que para renegar, alguno de los que subía). Finalmente llegamos y se inicia un descenso matador que me ha parecido exigente y peligroso, con mucha piedra. Cogemos resuello de embudido del país en Uterga, pero a toda máquina, porque Jose Mari se empeñó en ir a la Iglesia de Eunate y había que apurar. Pasamos a buena punta sobre Muruzábal y desvío a Eunate. Un placer, de verdad. Es construcción simple, parece del temple, y merece la pena el ardor de pies, por el bello interior y el claustro raramente exterior. Visto, cogems el camino aragonés hasta Obanos, y ya vemos a tiro Puente la Reina. Nos espera Blade Runner....

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