Se trata de una etapa magnífica en cuanto al paisaje. Hayas, robles y bojs son la vegetación que acompañan el camino y hace que los sentidos se enriquezcan. Por el camino encontramos la Cruz de los Peregrinos, crucero gótico antes de llegar a Burguete, y una lápida que es una ofrenda a la Virgen de Roncesvalles al pie de la carretera N-135, a unos 9 km de la salida. Los pueblos que encontramos al camino, Bizkarrreta y Lintzoain son como todos los del valle, señoriales, piedras antiguas en nobles casas, pueblos típicos de norte y tranquilos. Me hizo mucha gracia ver el frontón municipal de Bizkarreta, tìpico también de los pueblos vascos. El tramo hasta el alto del Erro se me antoja un poco largo, pero la tranquilidad del bosque relaja.
Para Jesús y Montse ha sido su primera etapa jacobea, y la han pasado con nota. Sin quererlo hemos ido tirando y hemos completado los 21,5 km. a ritmo de 3,5 km., que para ser nuevos, no está nada mal. Montse ha quedado un poco tocada del pie, ya que lo traía ya algo jorobado. Le he aplicado por la noche el tratamiento gallego "made in Alma María" a ver si funciona. Tras un somero bocata de jamón a la hora de comer, comprado en Espinal, hemos cenado en Zubiri, a precio de menú de peregrino: sopa de ajo, carne de ternera en salsa y naranja, rociado con vino navarrico a 13,5 grados y cha no meacuerdo deeeenadaaaa massh, oiga. Viva Navarra!!
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