Qué ver Etapa 4, de Pamplona a Puente la Reina
En nuestro caso iniciamos la etapa en Villava, ya que en esta población habíamos reservado el albergue. Lo normal es hacerlo desde Pamplona. Si hemos salido vivos del tapeo y el buen ambiente de la ciudad, sobre todo del casco viejo y aledaños a Estafeta, vamos por la emblemática calle Mercaderes hasta la Plaza del Ayuntamiento (menudo pedazo de edificio!) y el mercado que está al lado. Pasamos por la iglesia de San Saturnino (visita de obligado cumplimiento) y enfilamos Calle Mayor (riqueza de tiendas y ambiente) y rematamos en la iglesia de San lorenzo donde está San Fermín. Se avanza alrededor de la ciudadela y el parque de la Vuelta del Castillo y vamos descendiendo hasta la Universidad de Navarra (humilde ella) donde sellamos credencial que dejamos atrás. Siguiendo carretera y tras dos km., llegamos a Cizur Menor que tiene dos preciosas iglesias (de San Miguel y la de San Emeterio y San Celedonio), una con un sello espectacular que no pudimos conseguir. Dejamos atrás la población entre campos de cereales por una senda que a poco a poco va ganando altura . Sobre el km 11, llegamos a Zariquiegui, pequeño núcleo con albergue, servicios y la coqueta iglesia de San Andrés con portada románica. Seguimos en ascenso y nos encontramos a la izquierda con la Fuente de la Reniega (es bueno conocer la leyenda de la fuente) y tras un buen repecho con vistas de impresión, llegamos a la cima de la etapa, el Alto del Perdón (km. 13,4), donde cogemos aire junto a una obra en chapa de metal representando a peregrinos y bajo las aspas de los generadores eólicos que hay en la cornisa de la montaña. El descenso es delicado y l
argo, porque hay tramos acusados y es de piedra grande y suelta, por lo que hay que ir al tanto. Nos encontramos primero Uterga y luego Muruzábal, km. 19,5. Aquí en Muruzábal hay la posibilidad de hacer un pequeño tramo hasta la Ermita de Eunate. Es preciosa!!! Son 2,4 k. de ida los mismos de vuelta, pero no veréis nada igual. Es preciosa, sencilla y misteriosa en donde el temple se junta con nuestra imaginación. Vale la pena. Recuperado el camino nos encontramos con Obanos tras un repecho de tres pares, importante población porque une el camino francés y la rama del aragonés desde Somport. Salimos de la población por una senda que irá descendiendo hasta Puente la Reina, bella y preciosa población con la iglesia de Santiago y el puente a la cabeza. Han sido 24 km (29 si habéis ido a Eunate).
En nuestro caso iniciamos la etapa en Villava, ya que en esta población habíamos reservado el albergue. Lo normal es hacerlo desde Pamplona. Si hemos salido vivos del tapeo y el buen ambiente de la ciudad, sobre todo del casco viejo y aledaños a Estafeta, vamos por la emblemática calle Mercaderes hasta la Plaza del Ayuntamiento (menudo pedazo de edificio!) y el mercado que está al lado. Pasamos por la iglesia de San Saturnino (visita de obligado cumplimiento) y enfilamos Calle Mayor (riqueza de tiendas y ambiente) y rematamos en la iglesia de San lorenzo donde está San Fermín. Se avanza alrededor de la ciudadela y el parque de la Vuelta del Castillo y vamos descendiendo hasta la Universidad de Navarra (humilde ella) donde sellamos credencial que dejamos atrás. Siguiendo carretera y tras dos km., llegamos a Cizur Menor que tiene dos preciosas iglesias (de San Miguel y la de San Emeterio y San Celedonio), una con un sello espectacular que no pudimos conseguir. Dejamos atrás la población entre campos de cereales por una senda que a poco a poco va ganando altura . Sobre el km 11, llegamos a Zariquiegui, pequeño núcleo con albergue, servicios y la coqueta iglesia de San Andrés con portada románica. Seguimos en ascenso y nos encontramos a la izquierda con la Fuente de la Reniega (es bueno conocer la leyenda de la fuente) y tras un buen repecho con vistas de impresión, llegamos a la cima de la etapa, el Alto del Perdón (km. 13,4), donde cogemos aire junto a una obra en chapa de metal representando a peregrinos y bajo las aspas de los generadores eólicos que hay en la cornisa de la montaña. El descenso es delicado y l
argo, porque hay tramos acusados y es de piedra grande y suelta, por lo que hay que ir al tanto. Nos encontramos primero Uterga y luego Muruzábal, km. 19,5. Aquí en Muruzábal hay la posibilidad de hacer un pequeño tramo hasta la Ermita de Eunate. Es preciosa!!! Son 2,4 k. de ida los mismos de vuelta, pero no veréis nada igual. Es preciosa, sencilla y misteriosa en donde el temple se junta con nuestra imaginación. Vale la pena. Recuperado el camino nos encontramos con Obanos tras un repecho de tres pares, importante población porque une el camino francés y la rama del aragonés desde Somport. Salimos de la población por una senda que irá descendiendo hasta Puente la Reina, bella y preciosa población con la iglesia de Santiago y el puente a la cabeza. Han sido 24 km (29 si habéis ido a Eunate). 
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